domingo, 15 de noviembre de 2009

La Educación Universitaria de las Personas Discapacitadas

Los docentes universitarios hemos tenido en algunas ocasiones alumnas y alumnos con discapacidades, ellas y ellos asisten a los cursos y han tenido que ingeniárselas para estudiar, ni la universidad, ni los docentes han sabido que hacer con estos casos.

“El desarrollo humano se concibe no sólo como el ingreso y el crecimiento económico, sino que engloba también el florecimiento pleno y global de las capacidades humanas. Y se destaca la importancia de poner a la gente (necesidades, opiniones y opciones) en el centro de las actividades de desarrollo” (PNUD, 1990). El ser humano pasa a ser considerado como motor, a la vez que sujeto del desarrollo y, por tanto, se le atribuye la posibilidad y necesidad de participar activamente en los procesos de ampliación de sus propias oportunidades en distintas áreas: ingreso, conocimiento, vida prolongada, libertad, seguridad personal, participación comunitaria y derechos fundamentales.

Según este nuevo paradigma el desarrollo debe centrarse en el ser humano, en su calidad de vida. Quisiera hacerles reflexionar sobre este punto: ¿No es una persona con discapacidad, un ser humano digno, con los mismos derechos y deberes de cualquier otro ser humano? ¿No tiene, como cualquier otro ser humano la oportunidad de participar activamente en la sociedad para lograr una mejor calidad de vida?.

Se dice que el objetivo básico del desarrollo humano es la creación y mantenimiento de un ambiente propicio para que la persona pueda desarrollar todo su potencial y tener oportunidades razonables para llevar una vida productiva y creativa, conforme a sus necesidades e intereses.

Es necesario tener o recordar algunos conocimientos referentes al desarrollo humano. La base bioquímica del desarrollo físico, intelectual y emotivo del hombre es el conjunto de genes en cada célula en estado diploide. Los genes aunque son esenciales para el desarrollo no funcionan por si solos, sino, que requieren de la acción del ambiente interno (otros genes) y externo (nivel de nutrición, ambiente social, etc.), para que se manifiesten.

El individuo cuando nace, con su sistema nervioso completamente nuevo es comparable a una cera virgen que tiene las características requeridas para imprimir en ella; si se abandona desde su nacimiento, se endurece de tal forma que después de pasado algunos años será imposible imprimir nada en ella.

El sistema nervioso y el cerebro constituyen un potencial que se nos entrega en posición de marcha al nacer. El cerebro se gasta más cuando no se utiliza. Cuando las neuronas de ciertas zonas cerebrales mueren masivamente hasta el punto de hacer que esa zona sea imposible de estimular, la responsabilidad le corresponde a una deficiente estimulación del entorno. En compensación, la muerte de las neuronas constituye un fenómeno normal y positivo. “La muerte de las neuronas” es uno de los medios por los que se seleccionan las redes neuronales de forma epigénita entre un repertorio posible de redes prácticamente infinito. Las capacidades de aprendizaje se apoyan en parte en esta facultad que tienen las neuronas de morir y de no ser reemplazadas. Aunque las neuronas mueren muchas y no nace ninguna nueva, pueden aparecer nuevas sinapsis en cualquier punto del cuerpo de la célula, del axón o de las dendritas, para adaptarse a los cambios del entorno personal. Cada día las fibras nerviosas nuevas se activan, las sinapsis se hacen y se destruyen y se forman otras nuevas. Estas modificaciones marcan nuestra adaptación, nuestras capacidades de aprendizaje y de perfeccionamiento que se mantienen hasta una edad avanzada, de hecho hasta la muerte.

La formulación central de la Teoría Socio-Histórica hace referencia a que los Procesos Psicológicos Superiores se originan en la vida social, es decir, en la participación del sujeto en actividades compartidas con otros. El desarrollo se concibe como un proceso culturalmente organizado. La organización cultural del desarrollo general y específicamente el cognitivo, se refiere, en última instancia; a la acción educativa que puede ser reconocida en los procesos de crianza, pero que parece poseer una especificidad crucial en la enseñanza escolar.

Los Procesos Psicológicos Superiores son específicamente humanos, en tanto históricos y socialmente constituidos. Presuponen la presencia de procesos elementales, pero estos no son condición suficiente para su aparición.

El terreno concreto donde se despliegan las prácticas escolares es el del impulso, desarrollo y complejización creciente de los Procesos Psicológicos Superiores, los procesos de desarrollo consisten en la apropiación de objetos, saberes, normas e instrumentos culturales en contextos de actividad conjunta socialmente definidos (familia, escuela con sus diversos formatos de actividad). La “educación” (el aprendizaje en contextos de enseñanza con grados diversos de formalidad) puede ser definida como el desarrollo artificial del niño.

Cuando llegan discapacitados a las aulas universitarias es porque han podido desarrollar estos Procesos Psicológicos Superiores a través de la vida social y la educación escolar, y ahora aspiran a mejorar su calidad de vida, a hacer aportes en la construcción de una nueva sociedad. En el ambiente universitario muchas veces se encuentran con Barreras en su entorno y no con Facilitadores.

Veamos algunos modelos conceptuales sobre la discapacidad y el modelo conceptual que actualmente la explica:
Modelo Médico-biológico: En este modelo se concibe la discapacidad como consecuencias de la enfermedad, y por lo tanto, las distintas discapacidades son interpretadas y clasificadas aplicando a ellas el modelo de enfermedad tradicionalmente utilizados en la ciencia de la salud. En él, el déficit o discapacidad adquiere las connotaciones del síntoma, siendo por lo tanto descrito como una desviación observable de la normalidad bio-médica de la estructura y función corporal/mental que surge como consecuencia de una enfermedad, trauma o lesión, y ante la que hay que poner en marcha medidas terapéuticas o compensatorias generalmente de carácter individual. En la medida en que el déficit es el resultado de la imposibilidad, dadas las limitaciones del quehacer médico, de resolver o prevenir las consecuencias de la enfermedad, se plantea además en el modelo que el objetivo de la actuación ha de ser la búsqueda de la adaptación del individuo con discapacidad a las demandas o exigencias de la sociedad. Para facilitar esta adaptación, que en cualquier caso ha de ser personal e individual, se postula como objetivo fundamental de actuación, el establecimiento de medidas compensatorias que palien las deficiencias. Es importante remarcar que en este modelo es “el individuo con discapacidad el que debe adaptarse a las demandas de la sociedad”.

Modelo Social: Este modelo postula que la discapacidad no es solo la consecuencia del déficit existente en la persona, sino la resultante de un conjunto de condiciones, actividades y relaciones interpersonales, muchas de las cuales están motivadas por factores ambientales. Se plantea además que aún cuando en la discapacidad hay un substrato médico-biológico, lo realmente importante es el papel que en la expresión de dicho substrato juegan las características del entorno, fundamentalmente el creado por el hombre, en la que se dan las “desventajas” que el individuo con discapacidad experimenta, y que en la práctica definen su status de discapacitado. En este modelo se tienden a localizar las limitaciones inherentes a la discapacidad en el entorno construido (donde se hallan las barreras físicas) y en el entorno social que impone estereotipos y limitaciones a la participación, justificándose además que las actuaciones no se planteen a nivel individual sino en el de la propia sociedad.

Modelo Político-activista: Es una extensión del modelo social en el que se incorporan las luchas “pro-derechos” de las personas con discapacidades. En ellas se defiende que el individuo con discapacidad es miembro de un grupo minoritario que ha estado sistemáticamente discriminado y explotado por la sociedad. Defienden los activistas de la discapacidad que las limitaciones con las que se enfrentan las personas con discapacidades, en términos de educación, empleo, transporte, acomodación, etc., no son en realidad la consecuencia de su problema médico sino la resultante de las actitudes de la población, y del abandono socio-político en que se encuentran. En este modelo se localizará el problema no en la falta de movilidad generada por la discapacidad sino en la incapacidad de la sociedad para dar respuesta a sus necesidades.

Modelo de las “minorías colonizadas”: Es otra extensión del modelo social, este modelo ha llevado a equiparar al colectivo de los discapacitados como un colectivo “colonizado” por una cultura dominante, la “médica”, que impone sus criterios y define las situaciones de discapacidad y sus necesidades partiendo de la premisa de que la persona con discapacidad es incapaz para auto-definirse y auto-regularse, perpetuándose la jerarquía del médico sobre el enfermo, asignándole un mero papel de persona subordinada, incapaz de regular su destino, y que por lo tanto ha de ser privada de sus derechos. Estos planteamientos han propiciado que un número cada vez mayor de colectivos de discapacitados estén reivindicando el derecho a definir su propia identidad que basada en la discapacidad les ofrezca la posibilidad de sentir que pertenecen a un colectivo cuyas características de identidad ellos mismos han establecido, y a crear unas condiciones positivas de vida que les permita gozar de experiencias enriquecedoras y solidarias capaces de anular muchos de los aspectos negativos que comporta el hecho de vivir con la discapacidad.

Modelo Universal: En este modelo se plantea que la discapacidad es un hecho universal, en el que toda la población está en situación de riesgo. Es decir, que la discapacidad no es un atributo que diferencia una parte de la población de otra, sino que es una característica intrínseca de la condición humana. Ser humano, significa ser limitado, de forma que no hay ser humano que posea un repertorio de habilidades que le permita enfrentarse a las múltiples y cambiantes demandas de la sociedad y del entorno. El propio concepto de incapacidad es, por su propia naturaleza, relativo y está necesitado de ser contextualizado teniendo en cuenta las características del individuo y del entorno. Ello implica que no es posible definir con precisión los límites, siempre cambiantes, que separan la capacidad de la discapacidad. Según el principio de universalización, el desarrollo de políticas y de actuaciones sobre la discapacidad ha de hacerse a partir de la superación del concepto de especificidad (tanto del grupo como de las necesidades) y teniendo presente que dichas iniciativas no deben estar dirigidas a personas o grupos específicos, sino a toda la población.

Modelo Bio-psico-social: El ser humano tanto en la salud como en la enfermedad, en la conducta y funcionamiento normal como en el alterado, no puede sino ser visto como la resultante de fundamentaciones biológicas, motivaciones psicológicas y condicionamientos sociales, dicha conceptualización es aplicada a la discapacidad, sea cual sea su naturaleza. Este modelo permite explicar de manera más satisfactoria el hecho complejo y multifacético de la discapacidad. Hace posible establecer un lazo entre los distintos niveles (biológicos, personales y sociales) que sustentan la discapacidad y desarrollar políticas y actuaciones dirigidas a incidir de manera equilibrada y complementaria sobre cada uno de ellos. Debido a su visión integradora, facilita el establecimiento de una diferenciación. Los distintos componentes de la discapacidad (deficiencias, actividades personales, participación en la sociedad) es lo que ayuda a clarificar la naturaleza de las actuaciones que son requeridas y los niveles a los que dichas actuaciones han de estar dirigidas.

La CIF (Clasificación Internacional del Funcionamiento de la Discapacidad y de la Salud), nos brinda algunas definiciones de los términos utilizados en el mismo y que es importante que manejemos para comprender el alcance de esta problemática:
Bienestar: Es un término que engloba todo el universo de dominios de la vida humana, incluyendo los aspectos físicos, mentales y sociales que componen lo que se considera como tener una “buena vida”.

”Condición de salud: Término genérico que incluye enfermedad (aguda o crónica), trastorno, traumatismo y lesión. Puede incluir otras circunstancias como embarazo, envejecimiento, estrés, anomalías congénitas o predisposiciones genéticas.

Funcionamiento: Término genérico que incluye funciones corporales, estructuras corporales, actividades y participación. Indica los aspectos positivos de la interacción entre un individuo (con una condición de salud) y sus factores contextuales (ambientales y personales).

Discapacidad: Término genérico que incluye déficit, limitaciones en la actividad y restricciones en la participación. Indica los aspectos negativos de la interacción entre un individuo (con una “condición de salud”) y sus factores contextuales (ambientales y personales).

Funciones corporales: Son las funciones fisiológicas de los sistemas corporales, incluyendo las funciones psicológicas.

Deficiencia: Anormalidad o pérdida de una estructura corporal o de una función fisiológica. Las funciones fisiológicas incluyen las funciones mentales.

Actividad: Realización de una tarea o acción por una persona. Representa la perspectiva del individuo respecto al funcionamiento.

Limitaciones en la actividad: Son las dificultades que un individuo puede tener para realizar actividades.

Participación: Es la implicación de la persona en una situación vital. Representa la perspectiva de la sociedad respecto al funcionamiento.

Facilitadores: Son todos aquellos factores en el entorno de una persona, que cuando están presentes o ausentes, mejoran el funcionamiento y reducen la discapacidad. Entre ellos se incluyen aspectos tales como que el ambiente físico sea accesible, la disponibilidad de tecnología asistencial adecuada, las actitudes positivas de la población respecto a la discapacidad, y también los servicios, sistemas y políticas que intenten aumentar la participación de las personas con una condición de salud en todas las áreas de la vida.

Barreras: Son todos aquellos factores en el entorno de una persona que cuando están presentes o ausentes, limitan el funcionamiento y generan discapacidad. Entre ellos se incluyen aspectos tales como que el ambiente físico sea inaccesible, falta de tecnología asistencial adecuada, actitudes negativas de la población respecto de la discapacidad, y también los servicios, sistemas y políticas que bien, no existen o dificultan la participación de las personas con una condición de salud en todas las áreas de la vida.

Capacidad: Es el máximo nivel posible de funcionamiento que puede alcanzar una persona en un momento dado, en algunos de los dominios incluidos en Actividad y Participación.
Desempeño/realización: Es un constructo que describe lo que los individuos hacen en su ambiente/entorno real y, de esta forma, conlleva el aspecto de la participación de la persona en situaciones vitales.

Leyendo un artículo escrito por el Dr. Juan Bautista Arríen, publicado en marzo de 1998, me encontré un texto que dice: “Sin comunicación no hay educación y sin comprensión no hay aprendizaje”, significando esto que en nuestro país tanto las relaciones humanas, la metodología, los textos, los locales, el lenguaje, en fin todo el sistema educativo a menudo son manifestaciones de incomunicación que no ayudan a llegar de la mejor manera a alcanzar la meta de la educación que es formar personas con más conocimientos, espíritu de investigación, principios éticos y valores sólidos, responsables, con juicio crítico y capaces de continuar aprendiendo para incidir eficazmente en su entorno. La educación es el mejor medio que posee la humanidad para lograr su desarrollo y así optimizar su bienestar incluyen do a los discapacitados quienes también son seres humano con los mismos derechos y deberes que los demás.

Para asegurarse que se aprendió algo es necesario haberlo comprendido, y podemos darnos cuenta que esto no siempre es así, ya que se espera que los y las estudiantes actúen y den respuestas estandarizadas.

Resulta interesante lo que expone el Dr. Rafael Lucio Gil en un artículo que escribió en octubre de 1,998, donde afirma que “los contenidos curriculares parecen pensados en abstracto, como si sus destinatarios aprendiesen de igual forma o fueran idénticos física, mental y sexualmente”. En los centros educativos se forma para la uniformidad y no para la diversidad en la unidad. Esto debe ir cambiando en nuestras universidades, ya que se necesita un entorno flexible que les facilite a todas las personas que a ella acuden su desarrollo personal único, diverso e irrepetible.

Afirma Aura Violeta Aldana Saraccini, que la Universidad se debe preocupar porque los y las estudiantes puedan no solo aprender a aprender y aprender a ser, sino sobretodo aprender a pensar, para aprender a crear.

Siendo el currículo todas las experiencias de aprendizaje que desarrolla el estudiante en interacción con su medio ambiente, natural y social, para posibilitar el desarrollo de competencias esperadas y propias de cada uno ¿porqué aplicar un currículo rígido, estandarizado si se pueden hacer adaptaciones que lo hagan accesible a los estudiantes en su diversidad para que cuenten con las herramientas y facilitadores adecuados que les permitan participar y actuar en la forja de una sociedad mejor y más justa, de la cual ellas y ellos forman parte?.

Que necesario e importante sería contar en cada institución educativa, incluyendo las universidades con personas preparadas en Psicopedagogía de la Discapacidad que evalúen a estos estudiantes para reducirles las Barreras y procurarles Facilitadores que mejoren la comunicación, por lo tanto la educación al lograrse la comprensión del currículo que se adecuó para que la o el estudiante aprendiera.

Por lo tanto considerando que en ocasiones llegan a las aulas universitarias personas discapacitadas interesadas en cursar una carrera, es recomendable que en medio de las grandes limitaciones que existen tanto en nuestro como en nuestras universidades, que se considerara tener para las mismas currículos abiertos y flexibles que permitan individualizar la enseñanza y atender a la diversidad.

Creo que en el sistema educativo, donde todo ser humano debe quedar incluido, y no excluido o limitado, hay que ofrecer respuestas diversificadas, adecuadas a las exigencias o necesidades de cada momento.